martes, 14 de junio de 2011

Un poco del humor de Borges, en el 25º aniversario de su muerte

Este artículo, escrito con motivo del 25º aniversario de la muerte del escritor argentino Jorge Luis Borges -quizá haya aún alguien que no lo conozca-, trata de homenajear su sentido del humor.

Borges, que vivió por y para la literatura, que fue el más literario de los seres humanos que yo haya conocido, fue también capaz de reírse de la literatura, actividad a la que consagró su vida, como lector y escritor (orden que a buen seguro hubiera merecido su beneplácito).

Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en el Hôtel des Beaux Arts (París), lugar donde murió Oscar Wilde y donde el mismo Borges manifestó su deseo de morir (deseo incumplido, nota del autor de este blog)
(fuente Wikipedia).

Se cumplen justamente hoy 25 años -un cuarto de siglo a caballo entre el XX y el XXI- de la muerte de Jorge Luis Borges. 25 años desde su deceso, diría un leguleyo o un actuario de seguros. De su fallecimiento, diría, transido de respeto, un hablante medianamente culto. 25 años desde que la palmó o espichó, diría "un cheli". Creo que él, que recomendaba escribir con las palabras con las que se habla y abominaba de quienes lo hacían con las palabras fósiles o rebuscadas del diccionario, diría simplemente 25 años desde que murió.

Probablemente no haya autor en lengua castellana, fuera de los más grandes de entre los clásicos, sobre el que exista mayor acuerdo de crítica, escritores y lectores en cuanto a su genialidad literaria. Su imaginación fue extremadamente fértil  y creó un estilo propio, tan inconfundible que delata rápidamente a todos sus imitadores. Logró, en nuestra lengua, una concisión y precisión que le parecían vedadas (participio que probablemente uso influido por sus lecturas), consustancialmente incompatibles con el español, y que estaban muy por encima de las que alcanzaron quienes escribieron la mejor filosofía en castellano. Bastantes de sus poemas, de sus cuentos, de sus ensayos son, para muchos, obras maestras. Su talento le permitía traspasar con éxito los límites entre los diversos géneros.

Por todos esos indiscutidos méritos, Borges corre el riesgo de que al encumbrarlo tanto, al venerarlo, diría  -creo que sin exageración ninguna-, lo fosilicemos y que nos acerquemos a él, tan amante del juego, fino humorista, de espíritu burlón y descreído esencial, con una actitud demasiado seria, que nos impida ver el humor -esa forma de inteligencia- que destilan muchas de sus páginas.

Como ha dicho Mario Vargas Llosa (Diccionario del Amante de América Latina, Celebrando en París el centenario de Borges): "el juego y el humor rondaron siempre sus textos y sus declaraciones y causaron incontables malentendidos. Quien carece de sentido del humor no entiende a Borges. Había sido en su juventud un esteta provocador, y aunque, luego, se retractó de la equivocación ultraísta de sus años mozos, nunca dejó de llevar consigo, escondido, al insolente vanguardista que se divertía soltando impertinencias".

Coincido plenamente con quienes en esta efeméride, tan sacralizadora, apuntan a la conveniencia de reírse con él (p.ej. Ignacio Echevarría en El Cultural de El Mundo). Reírse con Borges

Y, como pequeña muestra de su humor y modesto homenaje de este escriba a su querido y admirado Borges, transcribo a continuación un fragmento de su famosísimo cuento "El Aleph", incluido en el libro de cuentos de igual nombre, publicado en 1949.

“(…)

El treinta de abril de 1941 me permití agregar al alfajor una botella de coñac del país. Carlos Argentino lo probó, lo juzgó interesante y emprendió, al cabo de unas copas, una vindicación del hombre moderno.

—Lo evocó — dijo con una animación algo inexplicable— en su gabinete de estudio, como si dijéramos en la torre albarrana de una ciudad, provisto de teléfonos, de telégrafos, de fonógrafos, de aparatos de radiotelefonía, de cinematógrafos, de linternas mágicas, de glosarios, de horarios, de prontuarios, de boletines…

Observó que para un hombre así facultado el acto de viajar era inútil; nuestro siglo XX había transformado la fábula de Mahoma y de la montaña; las montañas, ahora, convergían sobre el moderno Mahoma.

Tan ineptas me parecieron esas ideas, tan pomposa y tan vasta su exposición, que las relacioné inmediatamente con la literatura; le dije que por qué no las escribía. Previsiblemente respondió que ya lo había hecho: esos conceptos, y otros no menos novedosos, figuraban en el Canto Augural, Canto Prologal o simplemente Canto-Prólogo de un poema en el que trabajaba hacía muchos años, sin réclame, sin bullanga ensordecedora, siempre apoyado en esos dos báculos que se llaman el trabajo y la soledad. Primero, abría las compuertas a la imaginación; luego, hacía uso de la lima. El poema se titulaba La Tierra; tratábase de una descripción del planeta, en la que no faltaban, por cierto, la pintoresca digresión y el gallardo apóstrofe.

(…)”



Nota.- Mi agradecimiento al colaborador que he tenido en la redacción de la entrada de hoy, quien, ante la indocilidad del libro, de pequeño formato, para quedarse abierto y ser transcrito, me ha dictado el texto (incluidos motu proprio la mayor parte de los signos ortográficos, algunos bajo tan curiosa y descriptiva denominación como "un punto y debajo una coma" y hasta la tipografía, "letra inclinada a la derecha").

Se trata de un niño de ochos años que, no ha mucho tiempo, se resistía a creer que Don Quijote y Sancho Panza eran seres de ficción, personajes simplemente imaginados por Cervantes y no personas reales que hubieran vivido en el pasado y  cuyas vidas aquél se hubiera limitado a narrar.

Esa reacción de mi ayudante fue la prueba viviente de esa idea que he oído en alguna que otra ocasión de que determinados personajes, singularmente Don Quijote y Sancho en el caso español, tienen mayor presencia en el imaginario colectivo español e hispanoamericano que la inmensa mayoría de las grandes personalidades de nuestra historia. Probablemente más incluso que cualquiera de ellas.


Para quien quiera ver vídeos en los que Borges es entrevistado, dicta una conferencia o recita alguno de sus poemas.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=-JBce28jZnE

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